El doble crimen de Villa Amalia es un pantallazo del incremento de la violencia que se vive en las calles de la provincia y que también se refleja en las estadísticas. Seis personas fueron ultimadas en menos de cuatro días. Cinco de ellas perdieron la vida en homicidios en situación de robo, es decir, en hechos vinculados a la inseguridad. Y eso es lo que sucedió el domingo por la noche en el sur de la ciudad. Un delito contra la propiedad causó dos muertes y heridas a otras personas.

Cerca de las 21, Tobías Sánchez (18 años) ingresó ofuscado a su casa de Carlos Cossio al 2.200. Alzó un machete e intentó salir, pero sus parientes lo frenaron. Les habría dicho que su vecino, Jonathan Costilla (17) había intentado robarle la bicicleta. El padre del joven, Juan Carlos Sánchez, y su hermano Nicolás Sánchez (21), no denunciaron el caso en la Policía. Fueron a buscar al sospechoso a su domicilio, en Olleros al 600.

En el trayecto, los Sánchez se encontraron con Costilla. Nicolás, según consta en la causa, se bajó y comenzó a increpar al adolescente. De los gritos pasaron a los golpes y de allí se escucharon disparos que salieron del arma que tenía el menor de los Sánchez. El otro adolescente quedó tendido en la calle en medio de un charco de sangre.

Nicolás se subió a la moto que conducía su padre e intentaron escapar. Sin embargo, un miembro de la familia Costilla salió de la vivienda y realizó varios disparos. Dos proyectiles impactaron en la espalda del menor de los Sánchez. Los dos fueron trasladados hasta el hospital Padilla, donde fallecieron.

Al enterarse de lo que había sucedido, Tobías Sánchez, el joven a quien que le habrían pretendido robar la bicicleta, buscó un hierro para vengarse de su hermano. Los Costilla lo detuvieron y le propinaron una feroz golpiza que obligó a que fuera hospitalizado.

Las consecuencias

El paisaje cambió en ese sector de Villa Amalia. El jefe de la Unidad Regional Capital, Manuel Sosa, informó que se reforzó la presencia policial en la zona para evitar nuevos enfrentamientos entre ambas familias. Si bien es cierto que no existen denuncias cruzadas entre los Sánchez y los Costilla, los vecinos dijeron que no era la primera vez que habían tenido problemas.

“Las discusiones siempre eran por los changos. Al parecer vivían molestándose entre ellos. Pero nunca habían llegado tan lejos. Fue de terror lo que se vivió el domingo. Vinieron unos, mataron a alguien, salieron los otros e hirieron a un atacante. Y no fue suficiente, sino que vino otro y lo molieron a palos. Fue de una salvajada tremenda”, dijo María Laura de Santillán.

Fernanda Castro, que escuchó atentamente las palabras de su vecina, agregó: “no se puede creer lo que se está viviendo en el barrio. Aquí vive gente muy trabajadora y que no tiene nada que ver con este tipo de episodios. Dan ganas de salir corriendo”.

Allanamientos

La fiscala Adriana Giannoni informó que la investigación sigue avanzando y se encuentra en una etapa de recolección de pruebas. Ayer, personal de la división Homicidios, al mando de los comisarios Cristian Peralta y Diego Bernachi, realizó varios allanamientos para detener al autor de la muerte de Nicolás Sánchez. Si bien no trascendió su nombre, sería familiar directo de Costilla, el adolescente fallecido.

Los pesquisas también están buscando pruebas para determinar el nivel de participación que tuvieron los protagonistas del violento episodio. Entre ellos, el de Sánchez padre, que conducía la moto cuando su hijo Nicolás disparó contra Costilla.